> ¿CÓMO DEMOLER LOS 26 DOGMA DE LO POLÍTICAMENTE CORRECTO?

Estos son los 26 elementos de propaganda de la ideología dominante o de la vulgata mediática –de izquierdas o de derechas- en varios terrenos. Todos estos dogmas invierten la realidad, mediante la ceguera ideológica y la negación de los hechos. Esta ideología es “hegemónica”, es decir, que se impone políticamente y en los medios de comunicación aunque no sea compartida por la mayoría de la población. Pasemos revista.


Dogma nº 1. La integración de los inmigrantes fracasa porque la República y sus valores están en crisis. Falso: ocurre justo a la inversa. A causa de la inmigración demasiado masiva los valores de la República integradora se están hundiendo. No se puede integrar ni asimilar a las normas de un país, cualquiera que sea, a poblaciones cada vez más numerosas y prolíficas que, mayoritariamente, son indiferentes u hostiles a los valores y a la identidad de este país.

Dogma nº 1. La escuela pública fracasa a causa de la ideología “pedagógica” surgida de Mayo de 1968. Es un dogma de la derecha. Parcialmente falso: fracasa sobre todo a causa de la heterogeneidad étnica de los alumnos y de la islamización, consecuencias de la inmigración descontrolada.

Dogma nº 3. Francia no está amenazada por la inmigración y se renueva en la “diversidad”, como siempre ha hecho en el curso de la historia. Falso. Si nada cambia muy rápidamente sobre el plano inmigratorio y demográfico, Francia desaparecerá en tanto que unidad antropológica, política y cultural, antes del final de este siglo. Otro tanto puede decirse de los países vecinos: Bélgica, Alemania, Holanda, Reino Unido, etc. Francia no es ni una “república” desencarnada, ni una “idea”, sino una entidad histórica construida sobre una homogeneidad étnica de origen europeo y no “cosmopolita”.

Dogma nº 4. Los barrios desfavorecidos son guetos en los que se ha aparcado a los inmigrantes y en los que los jóvenes sufren tasas de paro insoportable porque son “excluidos”. Falso. Los barrios inmigrados reciben ayudas y subvenciones de todo tipo y los “jóvenes” se benefician de numerosas medidas preferenciales de discriminación positiva, que no sirven para nada. El “racismo” y la exclusión son mitos. Los franceses de las clases populares, por el contrario, son los relegados y excluidos.

Dogma nº 5. El islam laico, tolerante y republicano es posible y bienvenido en Francia. “Vivir juntos” es posible. Falso. El islam es fundamentalmente una religión y una ideología teocrática, antirrepublicana y antidemocrática. Islamismo e islam son rigurosamente lo mismo. Vale la pena releer el Corán. El islam laico o espiritualista (sufismo) es minoritario y marginal. Es un falso señuelo. Ninguna cohabitación pacífica ha sido ni será posible con el islam, por su misma naturaleza.

Dogma nº 6. La islamofobia plantea un grave problema en Francia. Falso. El islam es ampliamente favorecido por los poderes públicos. La revista Valeurs Actuelles ha sido condenada en febrero de 2014 por haber publicado (26.09.2013) una portada representado a una estatua de la República cubierta con el velo con el título: “La invasión”. El islam se beneficia de numerosos privilegios y favores. Los actos “islamofobos” son insignificantes. La islamofilia  es uno de los elementos de la ideología dominante de las élites en su absoluta ceguera y esto cuando los atentados islamistas se multiplican.

Dogma nº 7. No debe realizarse una amalgama entre islamismo e islam que no tienen nada que ver y no “estigmatizar al islam”, que no es responsable para nada de los recientes atentados. Falso. La barbarie sangrienta de Boko Haram y del Daesh se hace en nombre del islam como el 90% e los atentados terroristas, persecuciones y guerrillas sangrientas en el mundo. La naturaleza misma del islam, desde el siglo VII, es realizar un doble discurso. El Coran enseña el camino de una yihad violenta y despiadada y prevé la extensión por todas partes de un modelo socio-político totalitario.

Dogma nº 8. Se podrá conciliar en la “Francia de la diversidad” al islam con los avances progresistas societarios. Falso. Es una de las mayores y ridículas ilusiones y contradicciones de la ideología dominante y del “islamo-gauchismo”. Los lobbies izquierdistas, feminista o gays, todos inmigracionistas, no tendrán suficientes ojos para llorar si la islamización de Francia prosigue: la paridad hombres-mujeres, la coeducación, el matrimonio gay serán primero deconstruidos y luego barridos.

Dogma nº 9. El Estado francés lucha contra el antisemitismo. Falso. Persigue solamente al antisemitismo residual y marginal de “extrema-derecha” pero, al margen de una retórica pro-judía y e conmemoraciones compasivas de la Shoah, cierra los ojos ante la explosión del antisemitismo violento de las poblaciones inmigradas, especialmente de los musulmanes, y los minimiza, rechazando designarlos como tales a sus autores y sobre todo señalando la causa real del fenómeno. El “antisemitismo” permanece como una abstracción y la desviación mediática del antisemitismo al margen de los canales islámicos (internet, escuelas, etc) es, de hecho, tolerada por unas autoridades paralizadas.

Dogma nº 10. El Estado Providencia francés y su modelo social son igualitarios y abiertos a todos. Falso. Están pervertidos por la preferencia extranjera, la “discriminación positiva”, es decir, por una ideología racista anti-francesa disimulada. Un solicitante de asilo, recién llegado recibe 718 euros de ayuda mensual, sin contar el alojamiento gratuito y la ayuda médica del Estado (AME). Este extranjero clandestino es mucho mejor tratado por el Estado que un jubilado francés de las clases modestas que ha trabajado toda su vida por cuenta propia o en el sector privado. De ahí el efecto masivo de “bomba aspiradora” generado por la inmigración. Por otra parte, la obtención de un alojamiento social o de prestaciones sociales y médicas diversas es mucho más fácil para las peticiones de los inmigrados que para los franceses desfavorecidos. Otro tanto ocurre en las increíbles y escandalosas desigualdades de trato (retiros, prestaciones sanitarias, cargas, etc) entre los funcionarios y el sector privado, sobre todo el sector liberal. Bajo el dogma de la igualdad, la República funciona sobre la discriminación y la explotación.

Dogma nº 11. Los “valores republicanos”, de los que Francia es modelo, son las únicas garantías y sinónimos de libertad, de democracia y de laicidad. Falso. Europa dispone hoy de siete monarquías constitucionales tanto o más democráticas que Francia. Cuba, Irán y numerosos Estados musulmanes islámicos intolerantes son, por el contrario, repúblicas. Incluso en el seno de los países musulmanes, los países monárquicos son más estables, más calmados, menos opresivos que las repúblicas islámicas (Afganistán, Iran, Mauritania, Paquistán). No hablemos de las repúblicas de América Latina, de la República Popular China y de las antiguas repúblicas soviéticas. En realidad la noción de “valores republicanos” como la idolatría de la “república” son globos.

Dogma nº 12. La prisión es la escuela del crimen. Es preciso sustituirla por penas alternativas. Falso: la represión es la mejor de las prevenciones y sólo el encarcelamiento disminuye la criminalidad, como ha demostrado el ejemplo de Nueva York. Las penas alternativas de Taubira hacen explotar la criminalidad por efecto de la impunidad.

Dogma nº 13. Las cuotas obligatorias de mujeres, según las leyes de “paridad”, en los partidos políticos, las administraciones y las direcciones de empresas sirven a la causa de la mujer. Falso. Cualquier “discriminación positiva” contradice la selección por los méritos y las capacidades que condena a las mujeres a las promociones artificiales (las “mujeres de paja”). Lo que se volverá contra ellas y afectará al funcionamiento de las instituciones y de las grandes empresas.

Dogma nº 14. Francia es un país dominado por el ultraliberalismo. Falso: con el 57% del PIB consagrado a los gastos del Estado (ejército de funcionarios privilegiados) y a la redistribución colectivista, Francia vive bajo un régimen económico semi-comunista. Este sistema provoca mecánicamente, al final, la pauperización y el paro masivo.

Dogma nº 15. La progresividad de los impuestos u de todas las contribuciones en función de los beneficios es una evidencia económica conforme a la justicia social. Falso. El impuesto más eficaz para los ingresos fiscales como para el dinamismo económico es el impuesto proporcional  sobre los ingresos (“flat tax”) de débil tasa de muestreo y base general para todos los contribuyentes, sin ningún tipo de exención.

Dogma nº 16. Con M. Macron a la cabeza de Bercy, el poder socialista e iniciado un viraje “liberal”. Falso. La Ley Macron es insignificante y simbólica y no provocará ningún efecto de aflojamiento de los grilletes colectivistas. Ni siquiera ninguna recuperación de la actividad ni el reflujo del paro masivo. Paradójicamente, esta ley exacerba la carga administrativa para muchos profesionales.

Dogma nº 17. Generalizando los coches y los vehículos eléctricos se disminuirá la polución en las ciudades Falso. Lo que se multiplicará es el consumo de electricidad (para cargar las baterías) por tanto habrá que recurrir a las centrales de gas y de carbón, muy polucionantes, ya que las energías “renovables” no pueden seguir y la energía nuclear está siendo eliminada de Europa.

Dogma nº 18. La energía electronuclear es peligrosa. Falso: es la menos polucionante y la más barata de todas y no ha generado más que dos accidentes mayores en 60 años (Tchernobyl y Fukushima, accidente indirecto, debido a los electos sobre la marea de un movimiento sísmico) con pocas víctimas, mientras que las energías que tienen como base el petróleo, el carbón o el gas han generado una enorme polución y múltiples accidentes, responsables de miles de muertos y enfermedades.

Dogma nº 19. El porvenir es la energía eólica. Falso: es una energía de apoyo, pero en la que el coste por Kw/H es muy alto, poco fiable a causa de las variaciones meteorológicas, y de una débil eficacia energética. Sin hablar de la desfiguración de los paisajes.

Dogma nº 20. Las políticas de austeridad son catastróficas e injustas y provocan el empobrecimiento general. Falso. No es necesario endeudarse y vivir por encima de los propios medios de manera irresponsable, sobre todo para gastos que supongan inversiones no productivas y, por tanto, no reembolsables. No se puede consumir, ni redistribuir, ni gastas de lo que se produce. En un primer momento, las políticas de austeridad y de equilibrio de las cuentas públicas son dolorosas. En una segunda etapa, conducen a la prosperidad. Si se rechaza el remedio de la austeridad (como un enfermo de cirrosis de hígado que rechazase dejar de beber alcohol) se condena –por creencia ideológica en los milagros- a la catástrofe.

Dogma nº 21. Los pobres griegos son víctimas de una política de austeridad impuesta por la UE, el BCE y el FMI, y Syriza los va a liberar de esta dictadura. Falso: Grecia ha falseado sus cuentas para entrar en el Euro y ha vivido a crédito a nuestra costa. Se ha beneficiado de enormes quitas (más de 100.000 millones de euros, en detrimento de los ahorradores y de los contribuyentes europeos). Gastando sin trabajar. Inaplicable e irresponsable, el programa de Syriza es una autopista hacia la explosión. Está fundado en una estafa moral que consiste en victimizarse y acusar de injerencia a los acreedores a los que, sin embargo, se ha recurrido.

Dogma nº 22. La financia internacional está constituida por bancos y multimillonarios especuladores. Falso. Es una visión satanizante propia del siglo XIX, heredada de Zola y de Marx. La finanza internacional que invierte, presta y especula está constituida en un 20% por fondos soberanos de Estado (Arabia, Qatar, China, Noruega, etc.), los bancos centrales de los Estados, el FMI y el BCE, en un 70% por pequeños ahorradores del mundo entero a través de los bancos y de los fondos de pensión y un 10% por fortunas privadas y bancos de negocio.

Dogma nº 23. La economía americana está completamente sometida al capitalismo privado y a la finanza especulativa. Falso. El sistema económico americano, en tanto que “liberal”, está dirigido por el Estado Federal estratega que regula autoritariamente la política monetaria por medio de la Reserva Federal, en la práctica un proteccionismo de hecho y una preferencia ecnómica americana, así como contratos públicos para estimular a las empresas innovadoras y a las grandes sociedades americanas; estas son, por otra parte, animadas por una moderación fiscal y por ayudas administrativas… a la inversa que en Francia donde la administración estatal está en guerra con contra los pequeños empresarios (no contra los grandes) según la lógica marxista de la “lucha de clases”. La dominacón mundial numérica de las empresas tecnológicas americanas (Google, Apple, Microsoft, Facebook, Twitter, tc.) se explica en parte por los pedidos del Pentágono y por la voluntad de asegurar el dominio americano. Además, el Estado Federal lleva a cabo una política jrídica internacional ofensiva para garantizar la protección y la dominación de las firmas americanas, como sobre el plano de los tratados internacionales. Existe un extraño parentesco entre la política económica del Estado americano y del Estado chino. En el poker mundial, se apuntalan.

Dogma nº 24. La guerra civil ucraniana está provocada por el imperialismo ruso de Putin. Falso. El 90% de los muertos y e lso refugiados civiles son víctimas del ejército y de las milicias del gobierno de Kiev. El origen del conflicto procede de la voluntad de Washington y de los medios atlantistas europeos de hacer entrar a Ucraia en la OTAN y en la UE, cortarla de Rusia y rodear a esta última.

Dogma nº 25. El poder ruso no es democrático. Falso. Vladimir Putin ha sido elegido regularmente con un porcentaje ampliamente superior al de todos los dirigentes occidentales y la popularidad del gobierno ruso (sondeos internacionales) es superior a la de sus homólogos occidentales.

Dogma nº 26. El populismo es antidemocrático. Falso
. El populismo (2) es la única verdadera democracia, es decir la aplicación por la clase política elegida de los deseos y opiniones concretos del pueblo. La “democracia” a la occidental, al igual que las antiguas “democracias populares” comunistas son, por diferentes vías, oligocracias, según las categorías aristotélicas.


(1) Neologismo creado por Pierre Bellanter en su ensayo La souveraineté numérique para llamar a las sociedades informáticas y numéricas polivalentes y gigantes.

(2) El “populismo” –del latín populus, equivalente al griego démos- es el sinónimo del concepto de “democracia”, cuyo sentido ha sido desviado.


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