Barcelona puede alardear de tener uno de los trazados del metro más grandes del mundo: y, a partir de ahora, también, de los más peligrosos. Solamente el pasado sábado se produjeron dos incidentes graves: en uno de ellos, un grupo de menores (por las características podría tratarse de menores magrebíes en régimen de "acogida" armados con pistola de aire comprimido y navaja fueron detenidos en el curso de una agresión en la estación de Arco del Triunfo. Casi a la misma hora, en la estación de La Torrassa dos carteristas romanís se liaron a golpes dejando la estación empapada de sangre.
La Vanguardia ha informado de estos hechos, sin indicar -por supuesto- el origen de sus protagonistas que recordamos aquí, solamente a efectos de previsión. El suburbano de Barcelona no es ajeno a los problemas de inseguridad que se padecen en la superficie. La semana pasada, los Mossos d’Esquadra detuvieron en la estación de Arc del Triomf de la línea 1 del metro a tres jóvenes que protagonizaron robos con violencia, armados con una navaja y una pistola de aire comprimido. Los tres arrestados, cuya acción fue captada por las cámaras de seguridad del metro cuando estaban agrediendo a una de sus víctimas, estaban causando una gran alarma y no dudaban en utilizar la violencia en sus asaltos.
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