ALARMA ANTE EL AUMENTO ESPECTACULAR DE LOS CASOS DE VIOLACIÓN EN ESPAÑA: DROGAS, ALCOHOL, PORNO, PERO TAMBIÉN INMIGRACIÓN DESCONTROLADA
Antena 3 informa que, según los últimos datos oficiales, en
España se denuncia una violación cada cinco horas. Una triste estadística que
crece 23% en el año 2018. Hay más denuncias y también hay más casos. De hecho,
los expertos dicen que sólo llegan a la Policía o a los juzgados uno de cada
cinco casos.
Los psicólogos aseguran que lo que busca un grupo de hombres
cuando cometen una violación es satisfacer el poder, no una relación sexual
como tal. Lo que les empuja es buscar una presa a la que acorralar y humillar.
Los expertos lo asocian también al aumento de consumo de porno en Internet y en
los videojuegos. En esta industria la visión de la mujer es la de mero objeto. La
educación sexual hace que el cargo de conciencia sea mínimo. En la mayoría de
los casos se trata de la palabra de los hombres frente a la víctima, sin
testigos.
Pero, realmente, esta explicación es demasiado limitada:
siempre ha existido porno e Internet tiene ya veinte años, pero las violaciones
se han disparado solamente ahora. ¿Qué ocurre y a qué puede atribuirse el
problema? Está bastante claro, a poco que se tenga el valor de hablar claro:
1) La permisividad ante ciertas drogas que disuelven la
barrera entre realidad y fantasía, deseos y posibilidades de realizarlos.
2) La presencia de grupos de inmigrantes procedentes de
países en los que la violación y el desprecio a la mujer es algo inherente a
sus culturas y considerado como algo natural.
3) Si a esto unimos la proliferación de una pornografía cada
vez más agresiva y al alcance de la mano y el fracaso de la enseñanza primaria,
completamente quebrada en nuestro país e incapaz desde hace décadas de
transmitir valores, con el paralelo deteriore de la estructura familiar en la
que debería basarse la educación.
La suma de todos estos factores da la “tormenta perfecta”
que ha generado en España un fenómeno muy similar al que ya existe desde hace
tiempo en otros países europeos. En Francia, por mucho que los medios de
comunicación lo oculten, las violaciones fomentadas por grupos étnicos extraeuropeos
que consideran la “posesión” de una mujer rubia como un logro personal y un
triunfo, se han convertido en endémicas. Otro tanto ocurre en los países nórdicos.
Por supuesto, tampoco ayuda el hecho de que las feministas,
en lugar de reconocer la situación, la enmascaren y orienten su propaganda a “la
igualdad” estimulando a la mujer a que vista como quiera en cualquier lugar y a
cualquier hora… eludiendo el hecho de que, seguramente en cualquier lugar y a
cualquier hora eso le puede costar caro: porque la sociedad española, ya no es
una sociedad sana que tiene a la violación como algo marginal, propio de
psicópatas y degenerados, sino que amplios sectores tocados por la droga, el
alcoholismo, modelos etno-culturales no europeos, están presentes en las calles.
Esto explica porque, en lo que llevamos de año, los medios de comunicación se
intente por todos los medios eludir mencionar la procedencia étnica de los
violadores, contra todo pronóstico no se facilitan ni nombres ni fotos de los
violadores, limitándose a decir que son “españoles”, simplemente porque un
gobierno permisivo y débil les ha regalado la nacionalidad sin preocuparse, ni
de sus antecedentes, ni de su visión del mundo, ni de sus creencias culturales.
Ah, y la cosa no mejorará. Las violaciones son como los suicidios:
la experiencia demuestra que cuanto más se habla de ellas, más cunde el efecto
imitación…

Comentarios
Publicar un comentario