El mal, el estilo barroco y el color negro se atraen, conviven y coexisten
en las propuestas de vestir, puesto que las películas y series han hecho
retomar vestimentas que, lejos de lo gótico, se apoyan en el poder femenino.
Series como “American Horror History” o “Las escalofriantes aventuras de
Sabrina” o películas como “Suspira” han invocado el renacer de la bruja, tanto
estilística, como social.
Christian Dior, Jean Paul Gaultier, Alexander McQueen, Gareth Pugh o Rick
Owens, y con ellos, todos los segundas filas, se han visto influenciados por lo
siniestro y han rendido tributo a la brujería y al ocultismo en alguna de sus
colecciones. Así pues, después de los intentos de virilización de lo femenino y
feminización de lo masculo, lo que ahora ocupa el interés de los diseñadores de
moda es la transformación de la mujer… en bruja. Y a esto se le da un valor
añadido estético.
En el desfile de la colección otoño/invierno de 2017, Alexander McQueen, ya
homenajeó a las brujas de Salem con un “show” basado en brujas. El diseñador
dijo haber descubierto que en el árbol genealógico de su madre había
vinculación con una de las víctimas de los juicios de Salmen y fue ahorcada por
los puritanos.
Otro estilista, Gareth Pugh, también reflejó la brujería en sus diseños en
su colección primavera/verano en 2015, con reminiscencias al ocultismo y
triángulos a lo “illuminati”.
Pero el resurgir del ocultismo en la moda no solo ha dependiendo del
trabajo de los diseñadores, sino que actrices como Emma Robert, Madison
Montgomery en “American Horror History”, o Sabrina Spellman, hechicera de los
cómics de “Archie”, se han convertido en un icono juvenil, seguidas por
millones de fans que copian sus “looks”.
Encajes, transparencias, adornos metálicos, capas de terciopelo, líneas
simples, escotes atrevidos y, por su puesto, el negro como firma de su dominio,
son los signos que identifican este tipo de vestimenta.
El retorno de las brujas no podía resultar más oportuno, ya que es un
momento en el que las mujeres demandan más que nunca respeto e igualdad, además
de simbolizar ese poder femenino que está pisando con más fuerza que nunca.
Gracias a esta reivindicación, las brujas de los cuentos infantiles tienen
su propia película, con un papel muy diferente al que tenían antiguamente: la
película de “Maléfica”, quien intenta proteger a Aurora; “Hermione Granger”,
que lucha contra el mal o “Nanny McPhee”, que es aliada de los niños.
Ya lo dice claramente la octava temporada de “American Horror History”, en
la que las hechiceras de la tercera temporada están de vuelta para contar la
profecía: el fin de los días es cosa de hombres y solo las mujeres unidas
podrán salvar el mundo.
Y es que las brujas y el ocultismo hace mucho tiempo que dejaron de ser un
simple disfraz de Halloween, ya que ahora, no solo representan una cuestión de
estilo, sino que también lanzan un mensaje de empoderamiento femenino.

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