La Crida Nacional per la República, la nueva sigla con la
que Carlos Puigdemont, ex presidente de la gencat, intenta seguir presente en
la política catalana ha abierto el proceso de inscripciones para el Congreso
constituyente, que se celebrará el sábado 26 de enero en el Centro de
Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB). El movimiento político
impulsado por el expresidente catalán Carles Puigdemont, según sus
declaraciones, cuenta con más de 15.000 fundadores.
.
Si bien la voluntad inicial era unificar al soberanismo en
un frente único, más parece que la iniciativa haya sido solamente aceptada por
fracciones del PDCat, partido que se encuentra en una difícil situación, con
los bienes embargados como prolongación de los procesos por corrupción abiertos
contra CDC. Pero las cosas ni siquiera están claras: el PDCat lo que ha
propuesto es que los afiliados que quieran se inscriban individualmente en La
Crida, dejando abierta la posibilidad de que el congreso del partido llegue a
un acuerdo con la organización de Puigdemont.
No hay buenos augurios: David Bonvehí, líder actual del
PDCat, rechaza disolver la formación heredera de CDC en beneficio de La Crida.
En cuanto a Puigdemont, procede de CDC, pero algunos sectores del PDCat le
acusan de aventurerismo y de no haber calculado bien los riesgos del “procés” y
no están dispuestos a embarcarse con él en un “frente común”. Así pues, la
realidad es que, donde antes existía una sola organización, ahora, por arte de
magia, hay dos: como suele ocurrir el “intento unitario” de La Crida, se ha
convertido en otro partido.
Al congreso del día 26 pueden acudir todos los “fundadores”
de La Crida (15.000 declarados…), con tal de que aporten 10 euros. En el
encuentro se definirán las potencias definitivas y se creará una dirección
compuesta por 19 miembros; por la tarde tendrá lugar un acto político abierto.
Así que, a partir de ese momento, además de la CUP y su CDR, además de ERC,
además del PDCat, existirá La Crida.

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