Ada Colau, antigua extra de televisión, alcaldesa de Barcelona demuestra que el título de La Tonta del Bote, vacante desde el fallecimiento de la apreciada actriz Lina Morgan, le corresponde a ella por derecho propio. Tras proclamar -una vez más- su bisexualidad, siempre en campaña, la alcaldesa de Barcelona ha alertado este domingo de que "vuelve la extrema derecha y no es una anécdota, es el resultado de gobiernos débiles". Pero, no hay problema, porque para evitar ese retorno “es necesaria una ola feminista y consolidar los ayuntamientos del cambio”…
La dirigente de CatComú y coordinadora general de Catalunya en Comú ha hecho esta reflexión en la presentación de la candidata de Sant Feliu en Comú Podem para las elecciones municipales de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), Lidia Muñoz, ante un aforo de poco más de cien personas. La tonta del bote entonó el “Que viene el lobo”: "Vuelve la extrema derecha como algunas pensábamos que no era posible que volviera", ha alertado citando, además del caso andaluz, el crecimiento de este tipo de partidos en Francia e Italia.
Y para hacer frente a este fenómeno, ha apuntado, se necesitan "ayuntamientos del cambio" que respondan a la "ola feminista" iniciada el 8 de marzo pasado y que resulten en "alcaldesas valientes, empáticas y, sobre todo, buenas personas". Colau, que ha reivindicado su obra de gobierno, ha criticado también –aunque sin citarlo– a uno de sus próximos rivales electorales, el ex primer ministro francés Manuel Valls, que contará con el apoyo de Ciudadanos.
"Algunos de los grandes intereses especulativos han ido a buscar un aliado a Francia", ha señalado Colau, que también ha atacado a la formación naranja, "ese partido que dice que es democrático pero gobierna con la extrema derecha en Andalucía", lo que ha tildado de "vergüenza inaceptable".
Frente a las propuestas de Valls, ha añadido Colau, "será un orgullo defender a la gente común ante aquellos privados que pretenden que los servicios públicos estén a su servicio".
Sin quitar el hecho de que Manuel Valls no es, desde luego, el mejor candidato que podía encontrar ciudadanos para la alcaldía de Barcelona y que esta es solamente su forma de introducirse en la política española, lo cierto es que tiene gracia que la Colau mencione que la “extrema-derecha” progresa ante “gobiernos débiles”… según esta afirmación, el éxito que podría tener esa “extrema-derecha” en Barcelona, en donde la gestión de la Colau ha sido un portento de amateurismo, dejadez, desinterés por lo esencial e interés por los derechos del feminismo, la inmigración y el mundo gay, mientras la ciudad se volvía cada vez más inhabitable para sus propios ciudadanos.
La dirigente de CatComú y coordinadora general de Catalunya en Comú ha hecho esta reflexión en la presentación de la candidata de Sant Feliu en Comú Podem para las elecciones municipales de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), Lidia Muñoz, ante un aforo de poco más de cien personas. La tonta del bote entonó el “Que viene el lobo”: "Vuelve la extrema derecha como algunas pensábamos que no era posible que volviera", ha alertado citando, además del caso andaluz, el crecimiento de este tipo de partidos en Francia e Italia.
Y para hacer frente a este fenómeno, ha apuntado, se necesitan "ayuntamientos del cambio" que respondan a la "ola feminista" iniciada el 8 de marzo pasado y que resulten en "alcaldesas valientes, empáticas y, sobre todo, buenas personas". Colau, que ha reivindicado su obra de gobierno, ha criticado también –aunque sin citarlo– a uno de sus próximos rivales electorales, el ex primer ministro francés Manuel Valls, que contará con el apoyo de Ciudadanos.
"Algunos de los grandes intereses especulativos han ido a buscar un aliado a Francia", ha señalado Colau, que también ha atacado a la formación naranja, "ese partido que dice que es democrático pero gobierna con la extrema derecha en Andalucía", lo que ha tildado de "vergüenza inaceptable".
Frente a las propuestas de Valls, ha añadido Colau, "será un orgullo defender a la gente común ante aquellos privados que pretenden que los servicios públicos estén a su servicio".
Sin quitar el hecho de que Manuel Valls no es, desde luego, el mejor candidato que podía encontrar ciudadanos para la alcaldía de Barcelona y que esta es solamente su forma de introducirse en la política española, lo cierto es que tiene gracia que la Colau mencione que la “extrema-derecha” progresa ante “gobiernos débiles”… según esta afirmación, el éxito que podría tener esa “extrema-derecha” en Barcelona, en donde la gestión de la Colau ha sido un portento de amateurismo, dejadez, desinterés por lo esencial e interés por los derechos del feminismo, la inmigración y el mundo gay, mientras la ciudad se volvía cada vez más inhabitable para sus propios ciudadanos.
Comentarios
Publicar un comentario