Tras el espectacular fracaso de la movilización del pasado 21-D, la CUP y su marca blanca CDR, han optado por dedicarse a las "acciones simbólicas" en la Diada de Mallorca. Un juego de niños díscolos: el techo al que puede aspirar la CUP tras el fracaso del del proceso soberanismo y el fracaso de su movilización el 21-D.
Las juventudes de la CUP han simulado este domingo el ahorcamiento del Rey Felipe VI y el portavoz de la coalición Actúa VOX, Jorge Campos, durante la celebración de la Diada de Mallorca. Con estas acciones en Mallorca, el independentismo intenta hacer olvidar en otros antiguos reinos de la Corona de Aragón, el fracaso en Cataluña.
El hecho de que el gobierno autonómico esté en manos de la socialista Francina Armengol ha posibilitado que el independentismo sacara pecho ante la debilidad y la ambigüedad del "socialismo mallorquín". En la manifestación la CUP ha pedido la creación de los llamados "Països Catalans" que, históricamente, jamás han existido y políticamente jamás existirán.
La marcha ha estado encabezada por cargos públicos de Més per Mallorca, el partido independentista que ocupa la Alcaldía de Palma, la Presidencia del Consell de Mallorca y que dirige varias consellerias del Govern balear junto al PSOE y Podemos. También ocupaban la cabecera de la manifestación representantes de ERC encabezados por Joan Tardà, la CUP y otros grupúsculos separatistas de extrema izquierda.
Los cachorros de la CUP que utilizan la sigla Arran, han llegado al clímax de su afán reivindicativo colgando dos muñecos de Felipe VI y de Jorge Campos. Campos es el candidato de Actúa Baleares y de Vox para las próximas elecciones regionales.
Mientras lo único que cuelguen sean muñecos, la CUP demostrará su vocación de niños díscolos.
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