Había una vez en Badalona una empresa de socorrismo que, de
repente, en 2015 se transformo en una ONG dedicada al salvamento de inmigrantes
en las costas del Mediterráneo. El ascenso de la ONG coincide con la llegada a
los ayuntamientos de gobiernos de izquierda. Sus tres primeros años estuvieron
marcados por el lanzamiento de la ONG a nivel internacional, especialmente el
2017 en donde apareció en distintos lugares del Mediterráneo rescatando náufragos
(aunque se ha acusado a esta y a otras iniciativas similares de estar en
contacto con los traficantes de inmigrantes que cobran más caros a sus “clientes”
los “envíos” que resultan “rescatados” en alta mar por estas iniciativas.
Recientemente, el ayuntamiento de Barcelona ha entregado
casi 500.000 euros de una sola tacada para que Open Arms pudiera proseguir sus
actividades. El ayuntamiento de Barcelona financia el 35% de las actividades de
esta “ONG catalana”. Antes, la misma ONG se había quejado de que las
cotizaciones, especialmente privadas, habían descendido extraordinariamente
después de que se activara el proceso independentista (según declaraciones
propias, estas cotizaciones cayeron un 40% entre 2016 y 2017). Y para sus
actividades necesitan dinero y mucho: “El consumo diario de gasolina del único
barco con el que operan es de 7.000 euros al día”… La aplicación del artículo
155, mientras duró, supuso la congelación de las ayudas entregadas por la
gencat. Incluso en ayuntamiento de Madrid, dirigido por Carmena, dejó de
subsidiarlos.
Vale la pena estudiar sus cifras: declaran haber realizado 17 misiones desde 2015, en el Mediterráneo, “rescatando a 54.000 personas”. Nadie parece haberse preguntado sobre la realidad de estas cifras: 45.000 dividido por 17 suponen 2.647 personas “rescatadas” por “misión”. Excesivo para un barco que no es particularmente grande: el Golfo Azzurro es un pesquero de 43 metros de eslora y 8 de manga que, como máximo puede transportar a 400 personas con base en Malta.
Lo cierto es que barcos como el Aquarius o este de
Open Arms, generan mayores daños de los que solucionan: sea cierta o no la versión
que alude a una entente entre traficantes y “rescatadores”, lo cierto es que
gracias a estas iniciativas hay inmigrantes que siguen intentando forzar la
entrada en Europa y pereciendo en el intento. Se han dado distintas cifras de víctimas
de ahogamientos y estas no dejarán de aumentar mientras Europa siga manteniendo
las puertas entreabiertas. Hay que recordar que en este momento, la única
puerta que sigue abierta de par en par, hasta que se convoquen las próximas
elecciones, es la que en España ha dejado así el gobierno de Pedro Sánchez.
Comentarios
Publicar un comentario