> PAÍSES NÓRDICOS: LA CLASE POLÍTICA NO HA ENTENDIDO EL MENSAJE DEL ELECTORADO Y PROPONE MÁS INMIGRACIÓN
En los cuatro países nórdicos, las fuerzas populistas siguen
avanzando y ocupando cada vez más espacio electoral. De hecho, en Suecia está
reciente todavía la constitución de una “gigantesca coalición” para detener a
la “extrema-derecha” que ya es el tercer partido del país y que, a partir de
ahora, constituirá la única fuerza opositores. El mensaje de los “populistas”
nórdicos está claro: la baja natalidad puede compensarse simplemente y según
el principio de la navaja de Ockham -la solución más simple suele ser la más
válida- estimulando la natalidad entre los autóctonos. Sin embargo, la clase
política de estos países ha optado por la “vía difícil e indigerible” para el
electorado: ante la baja natalidad se podría estimular que más personas vayan a
vivir allí para incrementar su población.
Años atrás fueron Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca los países que lideraban Europa en las estadísticas generales de natalidad, sin embargo, en la actualidad las cifras han descendido dramáticamente y sus líderes han decidido tomar cartas en el asunto. Al menos eso es lo que cuentan las agencias de noticias. En realidad es muy diferente: el miedo al descenso de la natalidad, en Narvik y en Cádiz, es una simple excusa para justificar la llegada masiva de inmigración.
“En las próximas décadas, tendremos problemas con este modelo. Habrá menos jóvenes para soportar el peso, cada vez más pesado, del Estado de bienestar”, advirtió Erna Solberg, primera ministra de Noruega durante su discurso de Año Nuevo. El motivo a que la tasa de fecundidad haya declinado estrepitosamente se debe, en parte, a la crisis financiera del 2008 y también por el elevado costo para acceder a una vivienda, por lo cual los países nórdicos esperan a tener más de 30 años para tener hijos.
Las propuestas para remediar la baja natalidad fueron desde entregar un cheque con 500 mil coronas (50 mil euros) en ahorro como jubilación para las mujeres por cada hijo que han tenido… lo que en las actuales circunstancias constituye solamente un estímulo para la llegada de más inmigrantes. Pero la propuesta que siguió escalofrió a los noruegos: más inmigración. Y luego se preguntan por qué prosperan los populismos incluso en los muy democráticos países nórdicos.
Años atrás fueron Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca los países que lideraban Europa en las estadísticas generales de natalidad, sin embargo, en la actualidad las cifras han descendido dramáticamente y sus líderes han decidido tomar cartas en el asunto. Al menos eso es lo que cuentan las agencias de noticias. En realidad es muy diferente: el miedo al descenso de la natalidad, en Narvik y en Cádiz, es una simple excusa para justificar la llegada masiva de inmigración.
“En las próximas décadas, tendremos problemas con este modelo. Habrá menos jóvenes para soportar el peso, cada vez más pesado, del Estado de bienestar”, advirtió Erna Solberg, primera ministra de Noruega durante su discurso de Año Nuevo. El motivo a que la tasa de fecundidad haya declinado estrepitosamente se debe, en parte, a la crisis financiera del 2008 y también por el elevado costo para acceder a una vivienda, por lo cual los países nórdicos esperan a tener más de 30 años para tener hijos.
Las propuestas para remediar la baja natalidad fueron desde entregar un cheque con 500 mil coronas (50 mil euros) en ahorro como jubilación para las mujeres por cada hijo que han tenido… lo que en las actuales circunstancias constituye solamente un estímulo para la llegada de más inmigrantes. Pero la propuesta que siguió escalofrió a los noruegos: más inmigración. Y luego se preguntan por qué prosperan los populismos incluso en los muy democráticos países nórdicos.
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