Un diputado de Alternativa por Alemania, Frank Magnityz, fue
gravemente herido en un ataque de carácter político en Bremen, en el noroeste
de Alemania, informó el pasado martes la policía. Los autores del atentado
fueron tres personas y la agresión se produjo en centro de la ciudad. Hasta
ahora, el atentado no ha tenido una reivindicación creíble. De lo que no cabe
la menor duda es de que se trata de un atentado político y no de una agresión
propia de delincuentes comunes.
Según el partido, Frank Magnitz fue atacado por tres hombres
con la cara oculta que lo golpearon con garrotes: “Le dieron golpes con un palo
hasta dejarlo inconsciente y luego siguieron golpeándolo en el suelo”, afirma
el comunicado de la AfD, que agregó que un obrero de la construcción puso fin a
la agresión. Uno de los dirigentes nacionales del partido AfD, Jörg Meuthen,
acusó a los agresores de haberlo “golpeado casi hasta la muerte”.
El jueves pasado, un artefacto explosivo dañó un local del
partido en la región de Sajonia, uno de sus bastiones, y la policía sospecha
que se trataba de un atentado. Estos son solamente algunos de los atentados que
están teniendo que afrontar los miembros de Alternativa por Alemania, el “partido
revelación” en las últimas elecciones generales y que consiguió entrar en el
parlamento federal, siendo el primer partido euroescéptico e identitario que
logra este objetivo en Alemania desde 1945.
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