> DELINCUENTES Y YIHADISTAS, EL PERFIL DEL TERRORISTA ISLÁMICO: DETENIDO UN YIHADISTA EN GETAFE


La Guardia Civil ha detenido en Getafe (Madrid) a un marroquí de 28 años acusado de los delitos de auto-radicalización y difusión de propaganda yihadista tras presuntamente radicalizarse durante su ingreso en prisión por otro delito. Según informa la Dirección General de la Guardia Civil, las investigaciones se iniciaron a principios del año pasado después de detectar un aumento de la actividad del detenido en redes sociales y el consumo de propaganda de plataformas mediáticas asociadas a grupos terroristas, principalmente Daesh.

Durante este periodo, los agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil, bajo la dirección del juzgado de instrucción número 1 de Madrid, han podido constatar que el arrestado, que responde a las iniciales de B.A. y es natural de Tánger (Marruecos), es un individuo violento vinculado con la delincuencia, única fuente de ingresos que se le conoce.

Para conectarse a redes sociales el detenido utilizaba numerosos dispositivos, ninguno de los cuales se encuentra registrado a su nombre, para lo cual usaba identidades de personas de su entorno. Los investigadores centran parte de su esfuerzo en determinar los contactos de B.A. durante su estancia en el Centro Penitenciario Madrid III, en Valdemoro (Madrid), ya que se ha comprobado que su paso por prisión supuso una mayor radicalización de la conducta del detenido.

Es precisamente entre presos procedentes de entornos delincuenciales no vinculados inicialmente al radicalismo, donde los reclutadores que trabajan a favor de grupos terroristas buscan posibles candidatos para iniciar sus procesos de captación, siendo este perfil el más común entre los autores de los últimos ataques protagonizados por “actores solitarios” producidos en diferentes países de nuestro entorno. Agentes de la Guardia Civil están realizando registros en los dos domicilios en los que ha residido recientemente el detenido en la Comunidad de Madrid.

Del material y efectos incautados en estos registros, sobre todo de tipo informático, se espera obtener información relevante para esclarecer completamente la actividad y vinculaciones de este individuo, así como otras posibles líneas de investigación.

Si bien no hay que exagerar la importancia de casos como éste en un momento en el que el islamismo ha sido derrotado en Siria y vive una situación de reflujo, lo cierto es que resulta preocupante que esta detención corresponda de nuevo al que hasta ahora ha sido el propio del yihadista clásico: pequeño delincuente que, bruscamente, tiene una iluminación religiosa -habitualmente en prisión- e inicia su proceso de radicalización política.

Ante este tipo de posiciones la única defensa consiste en remitir al preso, una vez termina su condena al país de nacimiento. Por otra parte, el reconocer que en el interior de las prisiones el islamismo genera terroristas sugiere también la solución: prohibición de la propaganda islámica en el interior de las prisiones o, en cualquier caso, vigilar de manera extrema a los predicadores y a los textos que entran en las cárceles.

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