> OTRO CONSEJO ENVENENADO DEL F.M.I.: RETRASAR LA JUBILACIÓN CINCO AÑOS Y DOTARSE DE UN PLAN PERSONAL DE PENSIONES


Por si las declaraciones anteriores de los dirigentes del FMI, en especial de Christine Lagarde, no fueran pocos, ahora, nuevamente esta institución ha advertido que el “envejecimiento de la población generará una difícil situación de los sistemas públicos de pensiones en los próximos 30 años, por lo que ha recomendado la adopción de medidas especiales para prever la situación. La primera medida será que los que hoy tienen 28 años no se jubilen cuando les corresponda, sino que trabajen cinco años más. Es decir, en España, hasta los 70 años. Lo que no dice es el motivo: acortar la edad en la que el jubilado perciba la pensión, que no sea más de 10 años (la esperanza de vida en los países industrializados se sitúa en torno a los 80 años)…



Obviamente, la idea parte de un presupuesto falso: que la población mundial envejece. No es así, lo que disminuye es la mortalidad infantil y eso hace que la “esperanza de vida”, estadísticamente, parece que ascienda, pero estamos viviendo, más o menos, lo mismo que en otros períodos. La trampa consiste en comparar la situación actual, en la que no existen guerra en Europa que acarreen mortandades de población, otro dato que se escamotea al realizarse la afirmación de que “vivimos más”.


El segundo consejo de Lagarde es que los jóvenes de hoy, “ahorren” para su jubilación. ¿Qué recomienda? Invertir en fondos de pensiones. Incluso el FMI ha redactado un informe titulado El futuro de los ahorros: el papel de las pensiones en un mundo que envejece, que reúne todos los tópicos sobre la materia. Por el momento los “fondos de inversión” han resultado ruinosos para los jubilados, en España especialmente: son raros lo que han invertido dinero en estas trampas para incautos y han obtenido alguna rentabilidad. El desprestigio actual hace que el FMI salga en su defensa. Por otra parte, lo que parece evidente es que la mayoría de jóvenes no ganan lo suficiente para poder ahorrar, ni siquiera para poder formar una familia o independizarse de sus padres. Resulta quimérico proponerles que recurran a “fondos de pensiones” para el momento de su jubilación.

La tercera solución será “elevar las cantidades entregadas al Estado” para poder garantizar las prestaciones. En realidad, el consejo es también superfluo: no se trata de aumentar las cotizaciones, sino de que el Estado las garantice. ¿Por qué el Estado debe pagar las pensiones solamente con las recaudaciones obtenidas por el “fondo de pensiones”? ¿Qué impide que las pague con cargo a los “presupuestos generales del Estado” dado que el ciudadano a lo largo de toda su vida paga impuestos?


Lo que está claro es que el sistema de pensiones, en su actual configuración, no garantiza nada más que la pobreza para la mayor parte de la tercera edad” y que el recurso a los “fondos de pensiones” no es, ni de lejos, la mejor solución para los futuros jubilados, aunque si lo sea para las instituciones receptoras y gestoras de esos fondos.



En cuanto a lo de “trabajar cinco años más” casi parece una broma, porque, precisamente, en la actualidad, esto es lo que falta: trabajo seguro, sólido y estable.


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