El aprendiz de pastelero y expresidente de la gencat, Carlos Puigdemont, desde su exilio dorado de Waterloo ha cargado contra todo y contra todo en un vano intento por reforzar su, en principio, decepcionante, nuevo partido: La Crida Nacional per la República que celebrará próximamente su congreso fundacional.
Puigdemont ha cargado contra otros partidos independentistas y contra la política de mano tendida practicada por Pedro Sánchez. Al mismo tiempo se ha manifestado como partidario acérrimo de "doblegar" al Estado Español en un conflicto que, según ha explicado el fundador de la plataforma, Agustí Colomines, ha de ser "de una dureza extrema" como lo son otros conflictos internacionales… Desde Waterloo se puede pedir “dureza extrema” porque, a fin de cuentas, son los que viven y trabajan en Cataluña los que la van a sufrir. Puestas así las cosas, el nuevo partido se revela como una nueva reedición de las fantasías de un ex político poco dotado para las tareas de gobierno, alejado del realismo en el momento en el que planteó el referéndum del 1-O y mucho más alejado por más de un año de alejamiento y vida opípara en Waterloo.
En el acto de Mataró en el que se hicieron públicas estas declaraciones que suponen un verdadero llamamiento a la guerra civil, intervino la diputada Gemma Geis, Colomines, criticando la política de Sánchjez y el pretender “doblegar” a los catalanes realizando un aumento histórico de la inversión en Cataluña… Ha acusado a los partidos independentistas ya existentes de moverse por su interés partidista y de "pelearse" y hablar "de cosas que en general no interesan mucho" a la gente. Con la independencia, todos los problemas de Cataluña, ha sugerido, se solucionarán por sí mismos. Finalmente ha indicado que si La Crida ha nacido es porque los partidos independentistas "no se han puesto de acuerdo" en el objetivo de la independencia… y es raro, porque, inicialmente, el residente en Waterloo dijo que había nacido para “unificar” a todo el independentismo, pero a la vista de cómo se han tomado el resto de partidos, la aparición de este nuevo invento político “unitario”, y el desinterés mostrado por todos ellos, ahora, en lugar de haber tres partidos independentistas hay cuatro.
En el acto de presentación de La Crida, obviamente, la victimización y el próximo juicio a los presos, han ocupado un lugar preferencial. Otro orador, miembro de equipo coordinador de la Crida ha criticado que se use a los presos independentistas para "negociar el chantaje del Estado" contra el soberanismo. Y entonces ha proclamado: "La libertad no la conseguiremos con negociaciones bajo mano, sino en el momento en el que seamos capaces de doblegar al adversario, que es el Estado. No hay alternativa: o lo doblegamos, o nos doblegarán". En realidad, la situación de los presos no depende ni del gobierno, ni de las negociaciones, sino de los tribunales y de la sentencia que emitirán. ¿O es que va a resultar que después de 40 años de constitución no ha quedado claro lo que es la “división de poderes”? Precisamente este es uno de los temas que el gobierno de Sánchez, aunque quisiera, no podría negociar.
El nuevo partido, sigue con las fantasías que en su momento ya enarboló el “procés soberanista”. Llama la atención el que, a estas alturas, no tengan claro que la Unión Europea es una “unión de Estados Nacionales” y que sigan sosteniendo, como expresó otro de los oradores que “si Catalunya logra vencer al Estado, la Unión Europea (UE) nos pondrá una alfombra roja por la que iremos patinando". El público ovacionó estas declaraciones…
El último tema, ya tópico, que no podía estar ausente del acto fundacional era la alusión a Vox. Para los oradores, claro está, “Cataluña no es Andalucía”, por mucho que las cifras de paro juvenil y de inmigración masiva, o los niveles de corrupción tengan mucho más que ver con Andalucía que con cualquier otro territorio del Estado. Uno de los oradores ha dicho: "Este es el problema de los españoles y los andaluces, porque de momento aquí no hay Vox ni lo habrá si nosotros queremos"… como si en Cataluña no hubiera andaluces y como si en Cataluña, una formación “racista y xenófoba” como Plataforma per Catalunya no hubiera estado a punto de entrar en el parlament en las elecciones de hace 10 años.

Comentarios
Publicar un comentario